top of page

Un lugar extraño.

Una habitación vacía con solo una cama y una pequeña mesita.. ¿Dónde estoy?

Un lugar extraño.

Una simple ilusión que la causa de que le pasara lo mismo que a Madre, una ilusión mía.

Me había quedado a dormir por una pijamada junto a ella, algo parte de nuestra amistad.. Yo dormí en una cama separada, estábamos los dos solos en casa, pero decidimos que íbamos a dormir, ambos estábamos cansados de todos los juegos del día.

Me desperté en el medio de la noche, levantándome de repente mientras sentía el sudor frio en mi cuerpo y mi respiración acelerarse. Hiperventilando miré a mis costados.. ese sueño no era verdad... pero el hecho de simplemente verla dormida bocarriba envió unos escalofríos a mi cuerpo, estaba paranoico.
Había soñado que estábamos en un picnic, simplemente mirando juntos las estrellas, pero cuando volteé a mirarla, ambos con una sonrisa, un líquido negro invadió su cuerpo, la mitad de su cara que quedo libre mostro un verdadero terror, cambiando a furia rápidamente. Se veía tal y como madre de la mitad que recubrió su cuerpo, pero el resto era ella... A quien había visto observarnos previamente detrás de unos arbole, colgada de la rama de uno... fue mi madre. Luego me agarró del cuello, y cuando acercó su rostro al mío, fue ahí cuando desperté de mi pesadilla.

Mi desesperación fue tanta que rápidamente corrí a la cocina para agarrar un cuchillo, los pasos que resonaban en la madera la despertaron, provocando que ella vaya detrás mío, sin saber siquiera lo mínimo de lo que estaba pasando. La miré con miedo intenso, el cuchillo en mis manos para mi supuesta defensa, extendió su mano hacia mí, algo preocupada y atemorizada, pero yo reaccioné y me alejé unos pasos, luego me acerqué a ella corriendo para abalanzarme contra su cuerpo, clavando el cuchillo en su pecho, vi lo que hice unos segundos después, todavía hiperventilando...

Lo había hecho, sabiendo que ella no era madre, pero algo me daba las vibras de que me estuvo observando desde siempre, a través de ella. Fue imposible quitármelo. Me levante rápidamente y vi una silueta detrás mío, seguido de unos sonidos de sirenas que se hacían más y más fuertes. Lo que pude "ver" desde ahí, fue un simple vacío negro.

Luego de lo que parecieran ser horas, me desperté en una habitación de paredes grises, algo desgastadas, aparentemente no tenía más muebles que una cama, un pequeño armario y una mesita de noche. Llevo varios días aquí, sin alguna voluntad de levantarme de la esquina, abrazando mis piernas. Cada día sentía que me deterioraba más y me volvía más loco, quería salir desesperadamente, hasta rendirme. Pero aquí me encontré, recordando mi vida entera en una soledad eterna que nunca acabará desde el manicomio, aún sigo viendo a la sombra que me acecha.

Mi última noche.

No pienso despedirme. No tengo a nadie para hacerlo, el hambre me esta comenzando a afectar.

bottom of page